Tenía muchas ganas de enseñaros a preparar el hojaldre casero para preparar los croissants, es un poco elaborado pero vale la pena porque el resultado es increíble.
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta en la receta de los croissants, es utilizar una buena mantequilla, es lo que le va a dar más sabor. Es difícil encontrar una buena mantequilla francesa, pero yo utilizo Kerry Gold Irish Butter su sabor me encanta.
Las cantidades que os pongo es para 8 croissants tamaño grande, si queréis hacer croissants más pequeños, corta los rectángulos más pequeños y así los triángulos os saldrán más pequeños para formar los mini croissants. Esta misma masa también os sirve para rellenarlos de chocolate.
Si le quieres dar un sabor más dulzón, píntalos con un almíbar de azúcar y agua a partes iguales cuando salgan del horno.
Una vez tengas los croissants formados, los puedes congelar bien tapados y solo tendrás que descongelarlos la noche anterior en la nevera y dejar levar tapados fuera de la nevera durante 90 minutos antes de hornearlos.
También los puedes dejar formados y tapados en la nevera toda la noche, y al día siguiente dejarlos atemperar tapados fuera de la nevera durante 90 minutos antes de hornearlos.
Aquí el Video con el paso a paso
Ingredientes:
- 20 gr de levadura fresca panadera
- 95 ml de agua tibia
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 570 gr de harina de fuerza la mía (Harimsa)
- 90 gr de azúcar
- 10 gr de sal
- 90 gr de mantequilla en cubos fría
- 220 ml de leche tibia
- 225 gr de mantequilla a temperatura ambiente suave
- Un huevo para pintar la masa
Instrucciones:
- Disolvemos la levadura con la 1/2 cucharadita de azúcar y los 100 ml de agua. Dejamos 10 minutos para que empiece a actuar.
- Mezclamos la harina, el azúcar, la sal y añadimos los 90 gr de mantequilla a cubos pequeños, frotamos con los dedos para formar una especie de arenado, y que la mantequilla quede integrada.
- Le añadimos la leche y mezclamos, incorporamos la mezcla de la levadura activada, mezclamos. Amasamos durante 10 minutos, hasta crear una membrana fina, se comprueba al estirar un trocito de la masa entre los dedos engrasados en aceite y que se vea la masa muy fina y sin romperse.
- La dividimos en dos partes iguales y las voleamos formando dos bolas. Las ponemos en dos recipientes y tapamos con un film de cocina. Esperamos 30 minutos y las ponemos en la nevera durante toda la noche o un mínimo de 4 horas.
- Cogemos una hoja de papel de horno la doblamos por la mitad a lo largo, cortamos el bloque de mantequilla en cuatro rectángulos a lo largo. Abrimos el papel y en la parte de la unión ponemos los rectángulos uno al lado del otro, cerramos el papel y pasamos el rodillo extendiendo la mantequilla del mismo grueso, formando un rectángulo de 30×20 centímetros. La enfriamos en la nevera.
- Ponemos un poco de harina en la superficie de trabajo y estiramos las dos masas formando dos rectángulos de 30×20 centímetros. Ponemos el bloque de mantequilla encima de una de las masas, ponemos la otra masa encima y pellizcamos todo el borde para sellar bien y no se escape la mantequilla al estirar. Damos unos golpecitos con el rodillo por toda la masa y empezamos a estirar formando un rectángulo de 75 x 23 centímetros. Cortamos con un cuchillo los dos extremos más pequeños para que nos quede bien recto, ponemos los dos extremos más estrechos hacia el centro y ahora lo doblamos como si fuera un libro. Lo envolvemos en film de cocina y enfriamos 20 minutos en el congelador y 10 más en la nevera.
- Volvemos a repetir la misma operación y enfriamos igual.
- Estiramos la masa formando un rectángulo de 45 x 30 centímetros y cortamos con un cuchillo los cuatro lados de la masa, dejando la masa bien pareja por los 4 lados, y a la vista el hojaldrado, enfriamos tapado durante 15 minutos en el congelador. Ahora cortamos la masa en cuatro rectángulos iguales (mi masa media 32 centímetros de largo y corté los rectángulos de unos 8 centímetros, cada rectángulo lo cortamos en dos triángulos.
- Preparamos dos bandejas con papel de horno.
- Cada triángulo hacemos un corte en medio de la base de unos 2’5 centímetros, aguantamos con una mano y con la otra estiramos el resto dándole más elasticidad, enrollamos de la base hacia la punta, dejando la punta debajo. Tapamos y dejamos levar durante 2’5 horas.
- Precalentamos el horno a 220° con un recipiente de agua caliente para crear vapor.
- Pintamos los croissants con huevo batido y una pizca de sal.
- Horneamos en dos tandas, durante 20 minutos a 190° a la mitad de la cocción los tapamos con papel de aluminio.
- Sacamos del horno y a disfrutar.