La receta que comparto hoy con vosotros no os va a llevar demasiado trabajo, es de las facilitas. Es un bizcocho de miga suave tal como a mi me gustan.
La leche condensada le aporta jugosidad y no es nada empalagoso.
El glaseado que lleva le queda divino, porque le aporta un sabor maravilloso y combinado con las virutas de chocolate.
Ingredientes:
- 4 huevos a temperatura ambiente
- 180 gr de mantequilla derretida y fría
- 100 gr de leche condensada
- 170 ml de buttermilk-casera o leche
- 130 gr de crema fraîche o queso crema
- 285 gr de azúcar Moreno
- 1 cuchara de vainilla en pasta
- 370 gr de harina
- 15 gr de levadura química
- 5 gr de bicarbonato sódico
- Pizca de sal
- 140 de chocolate picado
- Para el glaseado:
- 200 gr de mascarpone
- 200 gr de azúcar glass
- 450 ml de nata 35%mg
Instrucciones:
- Prepara un molde rectangular pon mantequilla y fórralo con papel vegetal.
- Precalienta el horno a 180°
- Tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato sódico y la sal, mezcla y reserva.
- Mezcla la buttermilck y la crema fraîche, reserva.
- Mezcla la mantequilla fundida con el azúcar y la leche condensada.
- Añade los huevos de uno en uno, no añadas el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado. Bate durante 4 minutos hasta que quede suave.
- Añade la vainilla y mezcla.
- Añade la mezcla de la harina intercalando con la mezcla de la buttermilck, empezando y acabando con la mezcla de la harina, bate solo hasta integrar.
- Pon el chocolate y mezcla con movimientos envolventes.
- Vierte la masa en el molde y hornea durante unos 50 minutos.
- Saca de horno y a los 15 minutos pon encima de una rejilla, ayudándote del papel, deja enfriar.
- Prepara el glaseado:
- Monta la nata y reserva.
- Bate el mascarpone con el azúcar durante un par de minutos, añade la nata con movimientos envolventes.
- Pon el glaseado encima del bizcocho y decora con virutas de chocolate y pistachos troceados.